Hace unos días sacamos un tema curioso de refilón: el del socio propietario de Neptuno Sailing Club que, poco a poco, va cogiendo fuerza por todo el litoral mediterráneo e incluso en partes del Atlántico peninsular. Esta modalidad se está imponiendo en los clubs de navegación como una opción real frente a la decisión de seguir pagando grandes sumas por el mantenimiento de nuestra embarcación y, o bien intentar amortizarla mediante el chárter y no poder disfrutar de ella en verano —que en el noventa y nueve por ciento de los casos fue la razón de su adquisición—, o bien seguir aumentando el coste que nos supone hasta que la vendemos y dejamos de perder un dinero que no vemos bien invertido.
Actualmente, con la crisis todavía arreciando, todos hemos notado y capeado con mejor o peor fortuna sus efectos, y el alto coste del amarre, el mantenimiento anual, los recambios (drizas, poleas, filtros, aceites,... ) y el resto de obligaciones (seguro de responsabilidad civil, etc.) han supuesto un duro golpe para navegantes y armadores.
Diferencias entre chárter y socio propietario de un club de navegación
En esta tesitura, las firmas como Neptuno Sailing Club han buscado un lugar intermedio entre la gestión total de la embarcación de las empresas tradicionales de chárter y la imposibilidad de recuperar la inversión realizada o gran parte de ella; si tenemos tiempo para navegar diariamente, para nosotros la opción está clara: hacerlo, ¿o no? En cambio, si como la mayoría de los mortales, tenemos obligaciones profesionales y familiares más allá de puerto, quizá en algún momento nos planteamos ceder la embarcación durante épocas.
Sin embargo, ¿quién quiere navegar en invierno? A los verdaderos aficionados al mar nos gusta navegar haga frío o calor, y cualquier estación es buena para ello. Pero sabemos que el chárter es un negocio, principalmente, del verano, y eso nos obliga a no poder disfrutar del barco los mejores meses; además, es estacional, lo que significa que año tras año tendremos el mismo problema hasta que ninguna empresa quiera alquilar nuestra embarcación.
En cambio, el socio propietario es una modalidad anual, no estacional, porque está dirigida a las actividades de un club de navegación que, como nosotros, quieren navegar todo el año, y además, asumen los gastos del barco (mantenimiento, seguro, etc.) y nos permite disfrutar de él mientras otros se preocupan de cuidarlo.
Para nosotros, el socio propietario tiene muchas de las ventajas del chárter, si bien no conseguimos una retribución económica por el alquiler, nos aseguramos que esta cubre todos los gastos anuales que, hoy día, ya es más de lo que se consigue con la mayoría de empresas de chárter cuando restamos el mantenimiento, el seguro, el amarre y todo lo demás.
¿Qué opináis? ¿Sois más de chárter o veis en los clubs de navegación una buena opción para seguir disfrutando del mar? ¡Este tema tiene todos los requisitos para abrir un debate!