Navegar es adrenalina, movimiento y emoción. Pero también soledad, relax y naturaleza, y a menudo, familia y mil anécdotas con los tuyos. Navegar con los niños es una de las actividades más agradecidas para los que nos gusta el mar y compartir nuestra pasión con nuestra gente, así como una forma perfecta de acercar a los más jóvenes y descubrirles otras alternativas deportivas.

 Si bien hay grandes motivos para vivir y disfrutar de esta experiencia, también hay algunas obligaciones que debemos tener muy presentes cuando embarquemos con los más pequeños, ¿no crees? A continuación, te comentamos los cinco puntos que nadie debe olvidar al soltar amarras con la familia a bordo.

Navegar con niños: pequeños consejos, grandes experiencias

Las 5 pautas más importantes para navegar con niños

#1 No subestimar la meteorología

¿Recordáis aquella pintura del Romanticismo del hombre frente a las grandes olas del mar que chocan contra las rocas? Siempre debemos tener en cuenta la meteorología y el estado del mar; si no es adecuado, hay más días para salir a navegar con los niños, ¿de acuerdo? Si se da el caso, les explicaremos a los niños los peligros que puede suponer en un lenguaje que lo entiendan para su edad. ¡Ah, la pintura es Fiedrich por cierto, y se titula El caminante sobre el mar de nubes!

#2 Tripulación suficiente para el control

Tanto el manejo de la embarcación, como el control de los pequeños. Es obligatorio que uno de los tripulantes vigile a los niños; ¿puede uno navegar con niños y la ayuda de una segunda persona? Eso ya depende. Si es capaz de manejar él solo la embarcación, sí. Si no, por lo menos, deberá haber tres adultos a bordo.

#3 Elementos de seguridad

Evidentemente, el barco no debe salir jamás de puerto sin todos los elementos de seguridad básicos, pero en este caso nos aseguraremos de que los jóvenes llevan un chaleco salvavidas y hay para todos ellos. Es muy importante hablar con los niños y que entiendan la necesidad del mismo.

#4 Adeptar el barco

Las redes en las camas para evitar sustos, especialmente en los más pequeños son una buena idea, ¿o no? Por otra parte, hay mil y una cosas en un barco diseñadas para la tripulación adulta y, quizá, sea necesario analizar qué más deberíamos tener presente en cada caso: ¡ya tienes trabajo que hacer antes de partir!

#5 Son pequeños, ¡y quieren pasárselo en grande!

Eso quiere decir que seguro que se te hincha la vena de la frente una o dos veces por sus trastadas, pero recuerda que vais a disfrutar, y no a pelear. En serio, ¿quieres que tus recuerdos sean de buenas cenas de marisco y ejercicio y conversación con los tuyos, o discusiones y más discusiones? Navegar con niños es hacer entender a los pequeños sus obligaciones a bordo, y también su derecho a disfrutar pasarlo genial.