La baja visibilidad en el mar es una situación de alto riesgo que puede producirse por diversas causas, la niebla es la más habitual, pero también puede ser granizo o arena. Debemos saber cómo comportarnos en esta situación.

PRECAUCIONES DE NAVEGACIÓN CON NIEBLA, EL REFLECTOR DE RADAR, EVITAR EL TRÁFICO MARÍTIMO

La niebla es un gran enemigo del navegante, aumentando el riesgo de colisión o abordaje con otro buque y también el riesgo de varada, al ser invadidos por la niebla. En primer lugar se reducirá la velocidad, encendiendo las luces de navegación y se mantendrá alejado de zonas de mucho tráfico ya que compromete la seguridad en la navegación. 

Para evitar una colisión es imprescindible aumentar la vigilancia visual y auditiva al máximo. 
Deberán de emitirse las señales fónicas correspondientes que nos indica el Reglamento de Abordajes. 




En caso de navegar cerca de la costa es aconsejable llevar el ancla a la pendura (apeada), con un grillete de profundidad, de manera que cuando toque fondo, fondear hasta que despeje. 

Se recomienda en gran manera llevar un reflector de radar, para que a los demás les sea fácil detectarnos con su radar.





PRECAUCIÓN EN LA NAVEGACIÓN NOCTURNA 

Hay que mantener una vigilancia visual y auditiva además de tener en cuenta: 
- Comprobar las luces de navegación. 
- Resplandor de las luces de tierra, ocultando las luces de los puertos. 
- Maniobrar con grandes cambios de rumbo. 
- Reconocimiento de faros y otras señales marítimas. 


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