El mar, las playas, fondear, el viento en la cara, el sonido de las gaviotas, el olor de la sal, las regatas… Hay un océano de motivos en cada navegante; mil imágenes que estiban en el iris del capitán, y mil espacios, o momentos, o instantes, para el recuerdo.
El blog del navegante quiere ser uno de esos espacios de encuentro, uno de esos motivos para embarcar en tu próxima travesía; un lugar donde aprender algo nuevo, o recordar aquello que escapó sotavento.
Quizá entre líneas nos permita encontrar nuevos compañeros, o colegas perdidos, o solo vistos, ocasionalmente, en algún otro puerto, o sea la excusa perfecta a través de la que actualizar conocimientos, o informarse sobre legislación, eventos o actividades de nuestra provincia; nuestras aspiraciones son esas, y algunas más, pero haciendo justicia al nombre escogido, vamos a aprovechar la dirección en la que sopla el viento para empezar, ¿os parece?
Entre nuestras aspiraciones se encuentra ser un blog de navegación útil; también ameno y, si es posible, incluso de referencia en el sector, pero por ahora preferimos avanzar milla tras milla por el itinerario más orientado a este fin; y hemos considerado que no hay buen inicio, sin una presentación adecuada.
Al iniciar este proyecto hemos procurado preguntarnos qué aspectos faltaban por tratar en el entorno digital; hay muchos blogs y portales de navegación; muchos blogs sobre navegar repletos de nuevas leyes y temas relacionados; mucha información sobre temarios y cursos; pero más allá de la actualidad del sector y la formación específica, creemos que hay otros asuntos, y conceptos, e ideas a los que pocos han prestado atención suficiente.
Por esto, hemos decidido dar el paso e intentar presentar lo que, para nosotros, es un blog de navegantes: un sitio que trate temas de actualidad, y de legislación y formación, por supuesto, pero también que tenga presentes los eventos, las rutas de navegación, el equipamiento e incluso el bricolaje de la embarcación; y por encima de todo, que sea un punto de encuentro, un rincón donde consultar, o perderse, y un lugar que retener en la memoria la insignia marinera. Esa que todos los lectores y lectoras del blog, en menor o mayor medida, tienen, esa que el poeta gaditano Rafael Albertí definía así: “¡Oh, mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla, y sobre el ancla, una estrella, y sobre la estrella, el viento, y sobre el viento, la vela!”
Sed todos más que bienvenidos y bienvenidas a vuestra casa.