Puente del Delta del Ebro a Baleares
En algún Post anterior ya hemos mencionado nuestra especial debilidad por la zona del Delta del Ebro para navegar. Sigue siendo una gran desconocida para muchos navegantes, y en cambio, brinda unas oportunidades ideales para la práctica de la navegación a vela, además de poder disfrutar de un paisaje natural increíble.
Esta semana estrenábamos barco: el Sveti Nikola, un Bavaria 46 cruiser de 4 camarotes dobles. Las condiciones parecían propicias para visitar la zona. La meteo nos volvía a augurar poco viento en la travesía y en cambio, si arrumbábamos al sur costeando podíamos tener un viento favorable que nos permitiese navegar a vela. Sobre las 21:30h, después de nuestro habitual check-in de seguridad y de estibar toda la comida y bebida a bordo, zarpamos rumbo l'Ampolla de Mar. Las guardias se fueron sucediendo, y el tráfico marítimo intenso nos exigía una especial vigilancia de las luces de los otros barcos y de los equipos electrónicos que llevamos a bordo: Radar y AIS.
Sobre las 10:00h de la mañana del martes nos encontrábamos en las inmediaciones de Cap de l'Aliga, donde pudimos aprovechar para tomar nuestro desayuno y un baño en unas aguas cristalinas, con un paisaje que en esta zona, justo ya en la entrada del Delta, se asemeja bastante a las calas que podemos encontrar en la Costa Brava.
Posteriormente nos dirigimos a la Bahía del Fangar. Esta zona, si queremos navegar hasta el interior de la bahía entraña cierta dificultad ya que además de la vigilancia habitual de sonda y carta, debemos tener en cuenta que los veriles de profundidad cambian anualmente por efecto de la sedimentación del río Ebro. Con algunas señas, tomadas antaño por los pescadores de la zona fuimos adentrándonos con poca máquina hasta llegar a uno de los nuevos restaurantes abiertos allí mismo aprovechando una mejillonera.
Por la tarde, nos dirigimos al puerto de l'Ampolla donde disfrutamos de la hospitalidad de esta preciosa villa marinera, y donde abarloamos el Sveti Nikola al muelle de pesca para poder pasar una plácida noche a bordo.
El miércoles la tripulación despertó al ritmo de nuestra ya habitual música de Bob Marley. Pusimos rumbo a Soller en Mallorca con una previsión algo complicada. A media mañana el viento arreció hasta alcanzar puntas de 28 nudos y por consiguiente las olas también fueron creciendo. Rizamos velas e inmediatamente volvimos a tener nuestra embarcación gobernable. A pesar de algún que otro mareo, la tripulación aguantó perfectamente los caprichos del mar y sobre las 19:00h el viento fue remitiendo.
Era ya la 01:00h de la madrugada, encontrándonos situados a unas 7 millas escasas del Puerto de Soller, cuando notamos como una masa de aire muy cálida invadía el Sveti. El calor era sofocante, lo que nos hizo descartar que se hubiese propagado algún incendio a bordo. Los candeleros hervían y todas las partes metálicas del barco estaban ardiendo. Simultáneamente el viento del sur arreciaba hasta llegar a los 40 nudos, aunque afortunadamente al no existir fetch, tampoco había altura de ola. Con estas condiciones entramos a la bahía e inmediatamente pudimos apercibirnos de que la fiesta allí había empezado: los barcos borneaban coincidiendo peligrosamente y las llamadas de auxilio se sucedían en el Canal VHF 16. Hubiese sido muy arriesgado fondear en estas circunstancias, por lo que nos dirigimos directamente al interior del puerto, donde pudimos abarloarnos a la gasolinera. El vendaval allí era considerable y los alumnos tuvieron un comportamiento ejemplar, actuando como un verdadero equipo para que las maniobras fuesen perfectas. Por fin pudimos descansar.
El jueves amaneció con un espléndido sol que nos hizo borrar las complicadas horas de la noche anterior. Después de una breve visita al pueblo de Soller zarpamos para disfrutar de esta costa mientras practicábamos con las velas las viradas, trasluchadas y demás maniobras. Pasamos la noche fondeados en La Foradada con una previsión de vientos suaves.
La mañana del viernes arrumbamos rumbo sur disfrutando de la vela y de esta preciosa costa con pueblos como Deià, Valldemosa, etc. hasta cruzar el paso de la isla de La Dragonera. Allí pudimos encontrar una boya libre para practicar este tipo de fondeo, cada día más habitual. Día dedicado al snorkel y por la tarde visita al pueblo de Sant Elm donde disfrutamos de las fiestas locales y de una cena fantástica en un restaurante de la zona desde donde se podía ver toda la bahía y por supuesto nuestro flamante Sveti Nikola fondeado en medio de ella.
El sábado como siempre es el día que marca nuestra partida y a las 07:30h poníamos rumbo al Puerto de Andratx para cargar combustible y zarpar. El parte anunciaba la entrada de viento de tramontana y decidimos avanzar unas horas nuestra partida para tener una singladura más tranquila. Estos alumnos ya se lo habían ganado a pulso...