Una avería en nuestro barco puede obligarnos a solicitar ser remolcados, o tal vez somos nosotros los que debemos remolcar a otra embarcación. Este capítulo te explica las maniobras de remolque para realizarlas con seguridad.

REMOLQUE 


El remolque es la línea de cabo, cable o cadena o una combinación de los anteriores, que une al remolcador con el remolcado.

La mena del remolque será la adecuada al tonelaje del remolcado y las circunstancias de mar y viento en las cuales se va a desarrollar el remolque. 


      




MANIOBRA DE APROXIMACIÓN 

· En caso de temporal, será aconsejable el derramar aceite por el costado de barlovento a fin de evitar que las olas rompan contra el barco.
· Comunicación por VHF entre remolcador y remolcado, en un canal de trabajo.
· Si con mala mar queremos abarloarnos a un buque mayor, la maniobra aconsejable es acercarnos por sotavento.


DAR Y TOMAR EL REMOLQUE

Cuando en las operaciones de remolque toman parte remolcadores, las operaciones se facilitan por ser barcos bien equipados y con dotaciones de profesionales bien entrenados. La guía generalmente la da el remolcador, pero el remolcado debe estar listo para darla él, pues en ciertos casos está en mejores condiciones por el viento.


Los problemas los tendremos en alta mar con mal tiempo y con personal inexperto.
En el caso de que haya dificultades, el barco que esté a barlovento, la amarrará a un boyarín, y la dejará derivar hacia el otro buque.


Firme del remolque:

Remolque abarloado





FORMA DE NAVEGAR EL REMOLCADOR Y EL REMOLCADO

Una vez hecho firme el remolque hay que templarlo lenta y transversalmente, puesto que por ganar unos minutos podemos perder horas, si faltase el remolque por un estrechonazo. De igual forma iremos aumentando la velocidad muy despacio.

Si el buque remolcado ofrece gran resistencia al iniciar el remolque, se empezará a tirar con un rumbo perpendicular al remolcado por ser más fácil producir un momento de giro que el arrastre inicial, y a medida que se vaya venciendo su inercia y adquiriendo movimiento se va tirando poco a poco más de proa tal y como se indica en la figura.
La maniobra se iniciará con muy poca máquina y el buque remolcado facilitará su caída metiendo todo el timón hacia el remolcador, irá levantando timón a medida que se adquiera arrancada.

El remolcador que está construido para tal fin, lleva el remolque hecho firme en el gancho disparador el cual está instalado cerca del centro de gravedad del buque, con lo que la tensión de remolque no interfiere apenas en las evoluciones.
En cambio no sucede así en los buques en los cuales el remolque está hecho firme en la popa, llegando en ocasiones, cuando el tiempo es malo, resultar difícil caer hacia una banda porque no le deja el tiro del remolque.


El remolcador ha de tener siempre presente que, aunque aparentemente el remolcado le sigue la estela, en los cambios de rumbo algo fuertes, el remolcado acorta camino, es decir, sigue una derrota caída hacia el interior del cambio de rumbo, pues le obliga a ello la línea de remolque y ésto hay que tenerlo en cuenta desde el remolcador en el caso de doblar un cabo o salvar un escollo, para que pueda darle el resguardo suficiente. También deberá tener en cuenta el efecto (sobre el remolcado) del viento, la mar y las corrientes.

Como el remolcador es el responsable de los cambios de rumbo y de la derrota a seguir, efectuará los cambios de rumbo con poco ángulo de timón (de 10º en 10º), y tendrá en cuenta la curva de evolución para que ésta sea de acuerdo con la longitud del remolque.

El remolcado por su parte ha de gobernar tratando de seguir aguas al remolcador, es decir, pasar exactamente por donde él ha pasado. Como al caer el remolcador a una banda la línea de remolque no coincidirá con su crujía, el remolcado debe de meter su timón hacia la banda contraria para ir buscándole la popa. 

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